Remodelación y reafirmación
con K-Láser
Dr. Richard Fakin / Cirugía plástica / Remodelación y reafirmación con K-Láser
Remodelación con K-Láser
Cuerpo más definido, sin cirugía
La acumulación de grasa localizada o la pérdida de firmeza en la piel son signos comunes del envejecimiento y de los cambios en el peso corporal. Gracias a la tecnología K-Láser, es posible reducir la grasa y reafirmar la piel en diferentes zonas del rostro y el cuerpo —como papada, brazos, abdomen, flancos o piernas—, sin cirugía ni tiempos de recuperación prolongados. Este tratamiento permite remodelar y redefinir el contorno corporal y facial de forma segura, eficaz y no invasiva.
Duración
45 minutos
Alta de la clínica
Inmediata
Volver al trabajo
24 horas
Apto para la sociedad
24 horas
Anestesia
Local
Recuperación total
1 mes
¿Qué es el tratamiento con K-Láser?
El K-Láser es un dispositivo médico de última generación que utiliza energía láser de alta intensidad para estimular los tejidos a nivel celular. Su acción biológica mejora la circulación sanguínea, activa el metabolismo local y favorece la eliminación natural de la grasa subcutánea, mientras reafirma y revitaliza la piel.
Gracias a su capacidad para actuar en la dermis profunda y el tejido adiposo, el K-Láser permite reducir grasa localizada y tensar la piel en distintas zonas del cuerpo, como rostro, papada, brazos, abdomen, flancos, glúteos o piernas. El resultado es una piel más firme y un contorno más definido, con una apariencia rejuvenecida desde las primeras sesiones, sin cirugía ni tiempo de recuperación.
Beneficios del K-Láser en el tratamiento de remodelación y reafirmación
Reducción visible de grasa localizada en rostro y cuerpo, sin cirugía ni anestesia.
Efecto lifting natural y progresivo, gracias al tensado de la piel.
Estimulación de la producción de colágeno y elastina, mejorando la firmeza y elasticidad.
Textura cutánea más uniforme y tonificada.
Tratamiento rápido, seguro y no invasivo, con incorporación inmediata a la rutina diaria.
¿Cómo es el procedimiento?
Tras una valoración médica personalizada, el especialista aplica el K-Láser directamente sobre la zona a tratar —ya sea rostro, cuello, brazos, abdomen, flancos o piernas— según las necesidades de cada paciente.
Cada sesión tiene una duración aproximada de 45 minutos y se realiza con anestesia local, garantizando la máxima comodidad.
El procedimiento es no invasivo y permite una alta inmediata, siendo apto para retomar la vida social en 24 horas.
La recuperación total se produce de forma progresiva en el plazo aproximado de un mes.
Resultados
Los resultados son graduales y naturales, mejorando con el paso de las semanas a medida que el organismo reactiva la producción de colágeno y elastina y se potencia la regeneración tisular.
La piel se muestra más firme, tersa y tonificada, y las zonas tratadas —ya sean faciales o corporales— recuperan un contorno más definido y armonioso, sin necesidad de cirugía ni tiempos de baja prolongados.
