Todas las mañanas me despierto con una sonrisa

La realidad es que la cirugía plástica consigue cambiar y mejorar la vida de muchas personas. Un ejemplo es el de Mónica, durante muchos años estuvo pensando hacerse algo para mejorar su aspecto e imagen en cara y cuerpo ya que no se sentía del todo satisfecha. Además, a Mónica le encanta viajar y hacer deporte, su físico ya no correspondía con lo que ella deseaba, esto la motivo y la llevo a estar segura de que quería un cambio en su imagen.

Mónica tardó más de tres años en encontrar al cirujano plástico en el que confiar y sentirse en buenas manos. Para ella era importante la trayectoria profesional y experiencia. Después de consultar con diferentes especialistas y amigos acudió recomendada a consultar al Dr. Richard Fakin.

Mónica tardó más de tres años en encontrar al cirujano plástico en el que confiar y sentirse en buenas manos.

Ya en la primera consulta Mónica entendió que el Dr. Fakin era la persona que estaba buscando. Desde el principio apreció su transparencia, honestidad y sobre todo profesionalidad. Estas cualidades hicieron que de manera inmediata estuviera segura querer someterse a las cirugías necesarias para cumplir su sueño poniéndose en sus manos.

Finalmente juntos decidimos que en la misma intervención íbamos a realizar una combinación de procedimientos. Una blefaroplastia completa, un lipofilling a cara, una liposucción de varias zonas y un aumento de pecho con prótesis, estas eran los procedimientos más adecuados para ella.

Utilizamos unas prótesis de última generación ergonómicas y cicatrices de menos de 3 cm. Son implantes de alta calidad con garantía de por vida. Para la liposucción utilizamos nuestro sistema de “liposucción a medida” con alta infiltración que permite un postoperatorio más rápido, llevadero, menos molestias y resultados más eficaces.

Mónica se sorprendió al ver de manera tan inmediata los resultados, nunca imagino que el postoperatorio fuera a ser tan llevadero. Tan solo unos días después de la cirugía pudo hacer una vida casi normal. Pasadas unas pocas semanas el cambio fue patente, por primera vez Mónica sintió que no se había equivocado, que había tomado la decisión justa y que había hecho una buena elección.

La vida de Mónica ha cambiado desde entonces, entre otras cosas ha dejado de fumar, ha cambiado de trabajo, hace deporte de manera regular y hasta ha encontrado su media naranja.